jueves, 20 de marzo de 2014

1. Evolución Histórica De La Ética

El hombre es un ser sumergido en la responsabilidad de sus actos. Cada uno de nosotros es ese hombre o mujer, ser real, dotado de unas estructuras y de unas capacidades, con un aquí y un futuro, con un potencial y un proyecto personal que realizar en apertura y en relación con los otros.

La ética es un ideal de la conducta humana, que orienta a cada persona sobre lo que está bien, lo que es correcto y lo que debería hacer, entendiendo su vida en relación con sus semejantes, en busca del bien común. El término “ética”, etimológicamente, deriva de la palabra griega "ethos", que significa "costumbre". La ética es la parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones que rigen el comportamiento del hombre en la sociedad. La ética busca descubrir, clarificar y comprender las relaciones que se establecen entre el actuar humano, los valores y las normas morales que se gestan y desarrollan en la vida social.

En este ensayo veremos a continuación la evolución histórica de la ética, las relaciones que tienen los principios éticos con la sociedad y también algunos factores que influyen en el comportamiento humano.

Conceptualización de la ética

Ética proviene del griego ethos, que significa análogamente “modo de ser” o “carácter” en cuanto forma de vida también adquirida o conquistada por el hombre. Así originalmente ethos y mos, “carácter” y “costumbre”, hacen hincapié en un modo de conducta que no responde a una disposición natural, sino que es adquirido o conquistado por hábito. 



Ramas de la ética
  • Ética aplicada: La ética aplicada es la parte de la ética que se ocupa de estudiar cuestiones morales concretas y controversiales. Por ejemplo, algunos objetos de estudio de la ética aplicada son el aborto inducido, la eutanasia y los derechos de los animales.
  • Deontología: La deontología es la teoría normativa según la cual existen ciertas acciones que deben ser realizadas, y otras que no deben ser realizadas, más allá de las consecuencias positivas o negativas que puedan traer. Es decir, hay ciertos deberes, u obligaciones, que deben ser cumplidos más allá de sus consecuencias. Por ejemplo, si un abogado, valiéndose de las técnicas procesales previstas en las leyes, consigue la absolución de un delincuente, diremos que ha obrado de una forma moral y deontológica, aunque ha provocado un efecto injusto, desde el punto de vista ético.
  • Ética de virtudes: La ética de virtudes es una teoría relativamente reciente según la cual una acción es moral si hacerla fuera propio de una persona virtuosa. Por ejemplo, si para el utilitarismo hay que ayudar a los necesitados porque eso aumenta el bienestar general, y para la deontología hay que hacerlo porque es nuestro deber, para la ética de virtudes, hay que ayudar a los necesitados porque hacerlo sería caritativo y benevolente.
  • Axiología: La axiología o filosofía de los valores, es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos. El término axiología fue empleado por primera vez por Paul Lapie en 1902 y posteriormente por Eduard von Hartmann en 1908. La axiología no sólo trata aborda los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una «ética axiológica», que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann.
  • Ética Normativa: La ética normativa involucra el uso de un estándar moral para valorar el comportamiento correcto e incorrecto. Por ejemplo, el estándar moral podría ser la Reglas de Oro: haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran. Utilizando este estándar, una persona podría deducir que no debería robar la propiedad de su vecino ya que no le gustaría que su vecino robara su propiedad. De forma similar, existen otros estándares morales como virtudes y deberes que proveen una brújula para el comportamiento ético.
  • Ética militar: Es un conjunto de prácticas y discursos que sirven para orientar a las fuerzas armadas y a sus integrantes para que actúen conforme a unos valores y unas normas determinadas, y para mostrar al conjunto de la ciudadanía esos valores de referencia.
  • Consecuencialismo: El consecuencialismo sostiene que la moralidad de una acción depende sólo de sus consecuencias (el fin justifica los medios). El consecuencialismo no se aplica sólo a las acciones, pero éstas son el ejemplo más prominente. Creer que la moralidad se trata sólo de generar la mayor cantidad de felicidad posible, o de aumentar la libertad lo más posible, o de promover la supervivencia de nuestra especie, es sostener una postura consecuencialista, porque aunque todas estas creencias difieren en cuanto a las consecuencias que importan, están de acuerdo en que lo que importa son las consecuencias. Por ejemplo, una forma muy importante de consecuencialismo es el utilitarismo, cuyo principio básico es que las personas deben buscar en sus acciones conseguir el máximo de felicidad para el mayor número de seres humanos.

Antecedentes Históricos de la Ética

En el origen, la ética aparece subordinada a la. En efecto, el hombre griego de la época sentía la polis como inmediatamente encardinada en la naturaleza. En Aristóteles, la moral forma parte de la ciencia de la política porque la vida individual solo puede cumplirse dentro de la polis y determinada por ella; incluso eleva la polis a la calidad de divino. En la doctrina aristotélica el fin de la ética y de la política son idénticos: La Felicidad, que como "bien autosuficiente" no es un bien más entre otros, ni componente de algún estado de cosas. La Felicidad es la suprema justificación de la vida del hombre.

Platón establecía que era la polis y no el individuo el sujeto de la moral, es decir -planteaba- la virtud no puede ser alcanzada por el hombre sino que el Estado lo debe orientar hacia fines morales.

La ética de Kant es de un individualismo radical, pues no presupone exigencias transpersonales sino que busca el deber de perfección propia. "Nunca puede ser un deber para mi cumplir la perfección de los otros". Kant sustituye la moral del bien y de la felicidad por una moral del puro deber y de la conciencia individual.

Para Hegel el espíritu subjetivo una vez en libertad de su vinculación a la vida natural, se realiza como espíritu objetivo en tres momentos: Derecho, ya que la libertad se realiza hacia afuera; moralidad, es decir, el bien se realiza en el mundo; y la eticidad, que se realiza a su vez en tres momentos: Familia, Sociedad y Estado, siendo éste último según él, el sujeto supremo de la eticidad, aunque probablemente haya querido decir que el Estado "es" sujeto de eticidad, Estado de justicia, Estado ético.

En resumen, en el origen la ética se encuentra subordinada a la política, tanto la individual como la social, pero la ética social está por sobre la ética individual ya que la ética individual se abre a la ética social porque ella la determina.


2. La Ética Normativa y Moral

La ética normativa es aquella que nos define qué es lo bueno, qué es lo correcto. El conjunto de normas o preceptos que nos llevan hacia el bien. Las teorías normativas tratan de contestar las preguntas sobre qué normas morales deberíamos aceptar para evaluar y guiar acciones, y en última instancia nuestras vidas, y por qué. Una gran cantidad de éticas normativas se han propuesto con la idea de ayudarnos a evaluar y guiar nuestra conducta moral. Sin embargo, tradicionalmente se ha afirmado que hay dos tipos de teorías normativas: las teorías teleológicas y las deontológicas. Las teleológicas definen el valor moral en términos de alcanzar algún bien o evitar un mal: las teorías deontológicas, en cambio, definen el valor moral no en términos de las consecuencias que tenga una acción, sino de algún deber.

Ejemplo de ética normativa: Cuando una persona mayor cruza la calle y se cae; ¿me burlo o la ayudo a ponerse de pie?



La metaética es la parte más propiamente descriptiva de la ética. Trata de describir y explicar los compromisos de distintos tipos que subyacen a la moralidad. También trata de estudiar la naturaleza de las normas éticas, pero no las propone ni trata de justificarlas, sino que, en todo caso, simplemente las describe o trata de explicarlas. Se ocupa también de la relación de la moral  con ámbitos como la política, el arte, la religión, la economía o incluso la ciencia.


Ejemplo de metaética: Abordar preguntas tales como “¿Qué es la bondad? y “¿Cómo podemos saber lo que es bueno de lo que es malo?”



La reflexión científica de la ética  normativa o de la teología moral especial, una vez cumplida la tarea de valorar la actitud o al mismo tiempo de valorarla, tendrá que asumir también la responsabilidad de formular el juicio moral sobre las innumerables acciones humanas posibles, como son precisamente las que corresponden a lo que se entiende por comportamiento.

Ética de actitudes y ética del comportamiento: Las actitudes son tendencias relativamente duraderas de sentimientos, creencias y comportamientos dirigidas hacia personas, grupos, ideas, temas u objetos específicos. Las actitudes reflejan los antecedentes y las diversas experiencias del individuo. El comportamiento, en cambio, es la manera en la cual se porta o actúa un individuo. Es decir, el comportamiento es la forma de proceder que tienen las personas u organismos ante los diferentes estímulos que reciben y en relación al entorno en el cual se desenvuelven.

Ejemplo de ética de actitudes y del comportamiento: El comportamiento de una persona que acoge al inmigrante o al refugiado compartiendo con él su bienestar.
Los criterios de la actitud moralmente buena: No es recto cuando una persona tiene una actitud moral que no esté dispuesta a amar a sus propios enemigos pues quien excluye del propio amor aunque sólo sea a una persona, hace distinciones en su relación con los otros; quien ama para ser correspondido en el amor, es egoísta; quien mantiene que es mejor hacer que sufrir la injusticia, acepta la ley del talión y respeta a los otros no como personas humanas, sino por la bondad de la actitud que mantienen y la rectitud moral de su comportamiento.

Los criterios del comportamiento moralmente recto: Cuando una persona toma una actitud moralmente buena siempre está preparado para obrar de una forma moralmente recta. La actitud moralmente buena siempre busca del verdadero juicio moral sobre las acciones a realizar y debe realizar todas las acciones moralmente rectas que sea capaz.

3. La Naturaleza Humana y Los Actos Humanos

¿Qué es la naturaleza humana?

La naturaleza humana es precisamente la condición de posibilidad del despliegue del hombre
hacia su bien final, que constituye su perfección. Lo natural en el hombre es, por tanto, el
desarrollo de sus capacidades. Ese desarrollo se dirige a conseguir lo que es objeto de esas
facultades.




Principales formas de estudiarla:

Religión: Algunos la consideran como creencia en Dios o el acto de orar o de participar en un ritual. Otros la entienden como el acto de meditar sobre algo divino; sin embargo, otros piensan que tiene que ver con una actitud emocional e individual respecto a algo que está más allá de este mundo; hay algunos que identifican sencillamente religión con moralidad.

Psicología: Ciencia que estudia la actividad psíquica y la conducta humana. La psicología explora conceptos como la percepción, la atención, la motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia, la personalidad, las relaciones personales, la consciencia y la inconsciencia. 

Filosofía: Ciencia que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de las cosas naturales. Es la reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento y los límites de la existencia y de los modos de ser.

Ciencia: Esta ciencia del hombre puede ser tratada como considerando al hombre en tanto que nacido para la acción e influido por gusto y sentimientos o como en su aspecto de ser razonable y en la búsqueda de principios que regulan nuestro entendimiento y nuestros sentimientos.



¿Qué son los actos humanos?

Son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel racional. Son originados en la parte
típicamente humana del hombre, es decir, en sus facultades específicas, como son la inteligencia y
la voluntad. Estos son el objeto material de la Ética y son los que pueden ser juzgados como buenos
o malos desde el punto de vista de la Moral. 

Pueden ser:

Bueno o lícito: Si está de acuerdo con la ley moral. Ejemplo: Dar limosna.

Malo o ilícito: Si va en contra de la ley moral. Ejemplo: Decir una mentira.

Indiferente: Cuando no es ni bueno, ni malo. Ejemplo: Hablar.









4. La Conciencia Moral

¿Qué es la conciencia moral? ¿Se puede formar la conciencia?

La conciencia moral es la capacidad exclusivamente humana que nos hace capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, etc. Nuestra conciencia moral es capaz de juzgar nuestros propios actos, nos permite saber íntimamente, si actuamos bien o no, produciendo sentimientos de satisfacción o remordimientos y es la que nos hace sentirnos responsables de las consecuencias de nuestras acciones.

La conciencia sí se puede formar. Todo ser humano la posee por nacimiento y puede ser conducida en mala dirección o adormecida. Por eso debe ser formada para llegar a ser un instrumento, cada vez más sensible, de la actuación justa. 

 Es importante conocer el proceso de un acto moral para saber dirigir bien la formación de la conciencia. Se puede hablar de tres operaciones o fases en la formación de la conciencia:
  •  Percibir el bien como algo que debe hacerse y el mal como algo que debe ser evitado. Éste es el momento de ver: “Esto es bien hay que hacerlo” o “no, esto no está bien, debo evitarlo”.
  •  Impele a hacer el bien y evitar el mal. Se expresa cuando decimos: “Hago el bien” o “no, esto no lo hago”.
  • Emitir juicios sobre la bondad o maldad de lo hecho. En esta etapa nos decimos: “He obrado bien” o “he hecho algo malo”.
¿Cómo dirige la conciencia la calidad de las acciones humanas? Presenta un ejemplo concreto.

Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona cloroformizada recobra la conciencia al cesar los efectos del anestésico. Una persona "de conciencia recta" no comete actos socialmente reprobables.
Las consecuencias de nuestras acciones son también muy importantes para valorarlas moralmente. Como seres con conciencia podemos prever en gran medida estas conciencias y, al menos, estamos obligados a intentarlo. Por ejemplo: cuando nos excusamos por alguna acción culpando a otra persona esto influye sobre su reputación, cuando dejamos el grifo abierto mientras nos cepillamos los dientes estamos tirando unos cuantos litros de agua potable a las alcantarillas.



Presenta un ejemplo en donde actúa la conciencia recta y errónea; cierta, probable o dudosa.

Conciencia recta: “Ya que cometí un pecado mortal, no debo comulgar”.

Conciencia errónea: “Por ser madre soltera le es lícito abortar”.

Conciencia cierta:Estar seguro de que el aborto está justificado en algunos casos”.

Conciencia probable: La acción según esta conciencia dependerá del grado de certeza. Por ejemplo: “Participar en un negocio sin estar completamente seguro de que es lícito”.


Conciencia dudosa: “El que no sabe si un determinado día hay que asistir a Misa o no”.