¿Qué es la conciencia moral? ¿Se puede
formar la conciencia?
La conciencia moral es la capacidad exclusivamente humana que nos hace capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, etc. Nuestra conciencia moral es capaz de juzgar nuestros propios actos, nos permite saber íntimamente, si actuamos bien o no, produciendo sentimientos de satisfacción o remordimientos y es la que nos hace sentirnos responsables de las consecuencias de nuestras acciones.
La conciencia sí se puede formar. Todo ser humano la posee por nacimiento y puede ser conducida en mala dirección o adormecida. Por eso debe ser formada para llegar a ser un instrumento, cada vez más sensible, de la actuación justa.
Es importante conocer el proceso de un acto moral para saber dirigir bien la formación de la conciencia. Se puede hablar de tres operaciones o fases en la formación de la conciencia:
- Percibir el bien como algo que debe hacerse y el mal como algo que debe ser evitado. Éste es el momento de ver: “Esto es bien hay que hacerlo” o “no, esto no está bien, debo evitarlo”.
- Impele a hacer el bien y evitar el mal. Se expresa cuando decimos: “Hago el bien” o “no, esto no lo hago”.
- Emitir juicios sobre la bondad o maldad de lo hecho. En esta etapa nos decimos: “He obrado bien” o “he hecho algo malo”.
Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona cloroformizada recobra la conciencia al cesar los efectos del anestésico. Una persona "de conciencia recta" no comete actos socialmente reprobables.
Las consecuencias de
nuestras acciones son también muy importantes para valorarlas moralmente. Como
seres con conciencia podemos prever en gran medida estas conciencias y, al
menos, estamos obligados a intentarlo. Por ejemplo: cuando nos excusamos por
alguna acción culpando a otra persona esto influye sobre su reputación, cuando
dejamos el grifo abierto mientras nos cepillamos los dientes estamos tirando
unos cuantos litros de agua potable a las alcantarillas.
Presenta un ejemplo en donde actúa la conciencia recta y errónea; cierta, probable o dudosa.
Conciencia recta: “Ya que cometí un pecado
mortal, no debo comulgar”.
Conciencia errónea: “Por ser madre soltera le
es lícito abortar”.
Conciencia cierta: “Estar seguro de que el
aborto está justificado en algunos casos”.
Conciencia probable: La acción según esta
conciencia dependerá del grado de certeza. Por ejemplo: “Participar en un
negocio sin estar completamente seguro de que es lícito”.
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